Monday, June 14, 2010

britney vid

Saturday, June 05, 2010

Chile en el Nuevo Orden Mundial

Para evaluar el posicionamiento geoestratégico de Chile en el Nuevo Orden Mundial debemos indagar en los anales de la Geopolítica Chilena. En la década de los 40 los académicos que trataban temas geopolíticos tenían dos enfoques para Chile, uno integracionista, que apuntaba a la formación de alianzas con los otros países del cono sur y con la región tomando como punto de partida ciertas características compartidas con otros países. Entre ellas tenemos:

Alianzas de países con tendencia al pacífico, es decir Chile-Perú-Ecuador o bien con el Conosur. (Argentina, Uruguay, Sur de Brasil) A su vez existía otra corriente más nacionalista y aislacionista, preocupada de los intereses nacionales y el aprovechamiento del pacífico como elemento forjador de las relaciones internacionales de Chile. De esta postura Augusto Pinochet quien en 1973 junto a otras ramas de las fuerzas armadas realizan un Golpe de Estado contrayendo las relaciones del país hasta aislarse marcadamente de la región. Ejemplo de ello es su retirada en 1976 de la Comunidad Andina por diferencias tanto económicas como políticas. Geoestratégicamente, Chile parte de una base clara, es un país "Peninsular" en el sentido de que si bien forma parte del continente se encuentra en una posición alejada de los grupos de poder y naturalmente aislada por la cordillera de los Andes y por el Desierto de Atacama. Esto ha derivado en que desarrolle una clara política hacia el pacífico estableciendo Pactos con países que también se orientan hacia dicho océano, esto es política de Estado ya que en 1994 Chile se une a la APEC para afianzar sus relaciones con países con proyección pacífica.

Chile es Peninsular con clara vocación marítima, la Inglaterra del Pacífico como la llamó Diego Portales ha mantenido inalterable su posicionamiento el cual lejos de debilitarse se ha fortalecido con el transcurso de los siglos.

Cabe señalar que ambas corrientes tanto la Integracionista como la Aislacionista tienen a converger en el nuevo ordenamiento mundial.

Chile se ha transformado en una especie de país plataforma de negocios entre el Asia-Pacífico y Sudamérica. La creación de corredores bioceánicos en los 90 ha sido un factor determinante en el aprovechamiento de este posicionamiento de Chile, el cual también ha sido promovido para desarrollar las regiones de un país para lograr su conectividad con el resto del territorio nacional y el exterior. Las rutas existentes que vinculan territorios de países vecinos, sumadas a las potenciales vías de conexión que pueden relacionarse con las obras existentes y eventualmente con terminales portuarios, van configurando corredores internacionales, conocidos como bioceánicos. Esta conectividad toma en cuenta complementariedades socio-económicas, logísticas y productivas entre regiones, siendo ejes de integración y desarrollo. Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.



Chile ofrece una “plataforma logística portuaria" consolidada con proyecciones de mejoramiento en cuanto a su infraestructura, operatoria y capacidad, postulando el acceso libre y no discriminado a los puertos, aplicando de manera igualitaria su normativa interna y una política de apertura para el tránsito internacional. En el ámbito multilateral, el país se integró a la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana IIRSA, presentada en la cumbre de Presidentes de América del Sur celebrada en 2000. Asimismo, toma parte activa en el Grupo de Infraestructura de UNASUR, ámbito multilateral donde se reflejan las iniciativas relativas infraestructura e integración física de IIRSA para América del Sur. En relación a los países sin litoral en desarrollo, Chile está cumpliendo con las prioridades establecidas en el Programa de Almaty, para el desarrollo del transporte de los países sin litoral y el mejoramiento de las condiciones de tránsito y acceso a los mercados.

En definitiva, lo que está primando hoy por hoy en el geoposicionamiento estratégico de Chile es la visión "promercado internacional", de ser un facilitador del Comercio Internacional, dejando muy atrás el aislacionismo con Sudamérica, al contrario, logrando converger hacia una integración más profunda, prueba de ello los corredores bioceánicos que se asemejan a grandes arterias por donde circula libremente el Comercio Internacional.

Es destacable como el Corredor Bioceánico de Capricornio que une el sur de Brasil, con Uruguay, Paraguay y Bolivia, con el Norte de Chile, así también el Corredor que parte en Buenos Aires y llega hasta el puerto de San Antonio y el que une la zona de Bahía Blanca en Argentina con el puerto de Talcahuano.

El país "plataforma Chile de Comercio Internacional" aprovecha las ventajas comparativas del territorio con la estabilidad política, económica y social del país, lo que en cierto modo invita a redibujar el concepto geopolítico en nuestro país, así también obligando a descentralizar el polo de convergencia situado en Santiago hacia el Norte de Chile y hacia el Sur, abriendo oportunidades de desarrollo regional forzando de este modo al desarrollo de una visión geopolítica integracionista desde las regiones de Chile hacia el mundo desde el corredor bioceánico para aprovechar las ventajas del librecomercio.








Luis Felipe Zúñiga

Friday, October 05, 2007

¿Es el pinochetismo sinonimo del desalojismo?


Algunos confunden el desalojismo impulsado por la derecha chilena a un pinochetismo moderno, sin embargo esto tiene sus aristas, por un lado el Pinochetismo ha estado vinculado desde siempre con los militares y tienen como aliados a la derecha política. Son estos aliados los que quieren ganar las proximas elecciones presidenciales y terminar con 20 años de democracia en Chile.
Los "Pinochetistas" ven en el reproche que contra ellos hacen hoy la izquierda política chilena como una estrategia de “promover odios añejos”.
A cambio el Pinochetismo propone abocarse a los problemas políticos actuales y la amnistía. ("Olvidar el pasado que nos separa y abocarnos al presente que nos une").
El Pinochetismo es una postura favorable al patriotismo. Se entiende a sí misma actuando a nombre de Chile como un todo. (“Pinochet salvó al país”).
Es también proclive al nacionalismo. Desconfía de las ideologías extranjeras por su mala experiencia con el marxismo. Y, a la inversa, se entienden como protectores de la cultura y esencias nacionales: la chilenidad.
Por lo mismo, los pinochetistas pueden definirse de un modo negativo: son anti-marxistas.
El Pinochetismo justifica el Pronunciamiento militar del 11 de septiembre de 1973 en Chile en base a las afectaciones de derechos constitucionales, principalmente de la libertad y Propiedad mediante expropiación) que se produjeron durante el gobierno de Salvador Allende (1970-1973), al cual le atribuyen la culpa por la crisis institucional de la época, la destrucción de la institucionalidad Chilena, el aumento importante de grupos paramilitares armados terroistas, fomentados por le gobierno de Allende, el intento por sustituir la cultura y la chilenidad, por un modelo gobal autoritario marxista.


LA ULTRADERECHA DETRÁS DEL DESALOJO DE LA DEMOCRACIA.

Ultraderecha, en política, se emplea para describir a personas o grupos que apoyan al menos una de las posiciones de la derecha política, expresado de manera extrema en su comportamiento político, religioso o social. Se suelen caracterizar por su defensa a ultranza de ideologías conservadoras, o nacionalistas, aunque para ello deban recurrir a medios extremistas o violentos.
En sus términos religiosos suelen impulsar una moral en la que prima la defensa de lo que consideran como símbolos y valores tradicionales de sus respectivas sociedades. En su mayoría suelen ser partidarios de políticas que limiten fuertemente a la inmigración, mientras los más radicales de vienen en ser ultranacionalistas. En términos políticos y sociales existen diversas interpretaciones sobre los conceptos justicia e igualdad (según la conveniencia del caso), así como en su nivel de autoritarismo como en ferreas dictaduras militares o partidistas. En términos económicos están los que defienden la economía de mercado como Jorge Rafael Videla en Argentina o Augusto Pinochet en Chile, y están los defensores de la economía centralizada como el nacional socialismo de Adolf Hitler en Alemania o el fascismo de Benito Mussolini en Italia. En el caso de la dictadura del español Francisco Franco, se evolucionó desde el segundo tipo hacia el primero.
Bajo este calificativo se ha incluido a un gran número de movimientos, corrientes y partidos políticos que suelen representar visiones democratica como tanto totalitarias de la sociedad y el estado, incluyendo movimientos nacionalistas, movimientos populares, monárquicos, corporativistas o ultranacionalistas, conservadores, y religiosos (teocráticos). Su definición de grupo ultraderechista nace de su herencia formal de al menos un punto de los planteamientos de las derechas políticas tradicionales, pero exagerado y defendido de manera radical. Por ello encontraremos algunos que defienden únicamente el sistema capitalista, que ven en sus punto de vista la mejor forma de progreso de una nacion para su pueblo ;otros defienden a ultranza algún tipo de religiosidad, son confesionales; y otros promueven un nacionalismo extremo de corte obrerista o popular.

19 años de democracia en Chile.




Sugiero no sermones ni lamentos, sugiero mirar al destino en épocas primaverales que crean la atmósfera para los sueños, porque el peso de la historia sustentada por la razón se encargará del resto. En épocas de liderazgos mezquinos, de atiborrantes desalojadores y de ilusiones despedazadas cabe preguntarse porque un grupo de chilenos, de hombres y mujeres decide abrirse paso hacia la democracia y hacia el desarrollo del país. Notoriamente la concertación esta perdiendo aquella batalla pristina que la concibió a finales de los ochentas, el desarrollo se alejó hasta el año 2020 y Chile lejos de ser democrático, se estancó, porque el proceso de democratización de la sociedad civil chilena carece hoy de fuerza argumentativa por parte de sus líderes. Michelle llegó a la Moneda cargada de ilusiones de millones de compatriotas. Este año la naturaleza, la economía y el fracaso de planes de gobierno, como el transantiago a ampliado la brecha existente entre los sueños y la frustración de las masas, es así cuando hay un impulso, un deseo, y la persona no es capaz de satisfacerlo, aparece entonces lo que en Psicología se llama frustración. y esto es frustración y disonancia cognitiva también. Se derrumbarón las creencias. Un gobernante encarna o digamos personifica a la Nación. La Nación se frustra porque anhela el progreso, la estabilidad no tanto macroeconómica sino la de su bolsillo, la seguridad no tan nacional sino más bien cotidiana, la de su barrio.

Anhela ver crecer a sus hijos en un país de oportunidades, un pais seguro donde la gente decente viva de su trabajo, crea en la amistad civica y progrese con los frutos de un salario justo, decente, etico en un trabajo igualmente decente y humanamente gratificante.En viviendas adecuadas a sus nuevas expectativas, con una Salud a la altura de lo que merece el pueblo.La democracia es por el pueblo, con el pueblo y para el pueblo.Mientras existan sueños y deudas pendientes, siempre existira un camino democratico sustentado en la razón, la libertad, la igualdad y la fraternidad de compatriotas seguros del peso de su historia.

Wednesday, October 03, 2007

Bachelet: ¿Liderazgo Cero?

Asi se percibe el liderazgo de Bachelet en el mundo.-

First among unequals
By Jude Webber
Published: September 29 2007 01:03 Last updated: September 29 2007 01:03
Night is falling in Santiago, and the roads are crammed with cars carrying commuters home. Shiny new white buses bowl along avenues that seem to lead directly to the feet of the silvery, snow-capped mountains encircling the city. But no one is looking at the spectacular scenery. At bus stops, long lines of Chileans wait patiently behind barriers for buses that appear slow to come.
I opt for the underground. There, the carriages are clean, and the service efficient – until you try to change lines. As I turn a corner into a tunnel, I walk straight into a huge crowd of people trying to inch en masse down a narrow set of steps to the platform. "It never used to be like this," says the woman next to me.
Welcome to Transantiago, the city's new integrated bus and metro system, five years and untold millions of dollars in the making. Launched in February, it was meant to impose order on a chaotic, unregulated transport system which had contributed significantly to congestion and pollution in a city of six million. Instead, it proved a fiasco. There were too few buses, coming too infrequently, and people had to walk to stops on new routes that turned familiar, no-transfer commutes into complicated journeys.
The overhaul of the capital's transport system was devised under former president Ricardo Lagos, but his successor, Michelle Bachelet, has become its public face. Seven months since its launch, it has improved but remains flawed, unpopular and, some argue, emblematic of Bachelet's own fortunes. She stormed into office 18 months ago, confident and accomplished. Now, after Transantiago, and mounting social and labour unrest, she appears wrong-footed. Bachelet is not the only leader to have stumbled in the early years in office, but as the first female president in a country where only a third of women have jobs, her fate has taken on an operatic magnitude.
Part of Bachelet's current problems stem from how much was expected of her when she took office in March last year. She was a people's champion after Lagos, the paternalistic statesman and her political maker, but also a mould-breaker in every way: a single mother and socialist, fluent in five languages, accomplished in both medicine and politics, and an agnostic in a land of Catholics. With her cropped blonde hair, dazzling smile and informal manner, she oozed charisma in a sea of suits.
Bachelet was elected with 53 per cent of the vote, and a month into her term she had approval ratings of 62 per cent. But in a poll released this month, that figure dropped to 39 per cent. Forty-two per cent of people disapprove of her.
Such a slide in popularity would worry any politician, but Bachelet has pinned her political fortunes on the people. On the campaign trail, she promised a new, participatory style of government that would continue pro-market economic policies begun under the dictatorship of Augusto Pinochet. These have made Chile prosperous, but with an accent on social justice, education, pension reform, welfare, research and development and gender equality. She aims to empower ordinary Chileans by improving education, infrastructure and access to credit, and thus to shatter perceptions in the country that politics can only deliver for the rich upper class.
"She couldn't care less about political power," said Marta Lagos, a pollster and friend of all of Chile's four post-Pinochet leaders. No one concerned with power for its own sake would voluntarily expose themselves to public ridicule in the way Bachelet has. In March, in a televised address, she apologised for the Transantiago mess, admitting it was an unmitigated disaster – particularly for the poor, who were most dependent on public transport. The following month, she confessed that her gut feeling had been that Transantiago was not ready for launch, but that she had allowed herself to be talked into it.
What might have been viewed as brave and candid came across instead as naive. Many people equated her touchy-feely presidential style with incompetence. It didn't help that she had faced protests by students pressing for free bus fares, free college entrance exams and better school buildings, and had acceded to most of their demands, drawing criticism for being too permissive and establishing dangerous precedents.
Chileans are not impressed. Bachelet, once a ground-breaker, now finds herself described as a lame-duck president with nearly two thirds of her term left to run.
Latin America has had a handful of female presidents, but Bachelet was the first to become head of a significant country in the region without a leg-up from a politically powerful husband. When she tried to get a job as a physician in the 1980s, her surname was a hindrance. A decade earlier, her father, Chilean air force Brigadier General Alberto Bachelet, had, amid rampant inflation and food shortages, been put in charge of national food distribution by Salvador Allende, the Marxist president who took office in 1970, and whom the CIA had worked to destabilise. General Bachelet was arrested for treason on the day of Pinochet's coup against Allende in 1973 and died six months later in jail of a heart attack brought on by torture.
Michelle Bachelet was 21 at the time of her father's death. Two years later, she and her mother Angela Jeria, an archaeologist, were arrested by the secret police, blindfolded and taken to the notorious Villa Grimaldi torture centre. They were roughed up and psychologically tortured but were lucky: within weeks, they were released and fled into exile in Australia, where Bachelet's older brother Alberto had been living since the late 1960s.
From Australia, Bachelet moved to Leipzig, East Germany, where she finished her training as a surgeon and met and married fellow Chilean exile Jorge Davalos, the father of her two eldest children, now in their 20s. Returning to Chile in 1979, she won a scholarship allowing her to specialise in paediatrics and public health, and after the end of the dictatorship, worked as a consultant to international agencies including the World Health Organisation. Subsequent military studies, including a spell at the prestigious Inter-American Defense College in Washington DC, paved the way for her to become Latin America's first female defence minister in 2002, two years after she had joined Lagos's cabinet as health minister.
Chile is widely perceived as being the most socially conservative state in an already macho continent. Pinochet's regime – brutal, military and repressive – lasted 17 years until 1990, making Chile a later convert to democracy than neighbours which were also ruled by military juntas in the 1970s and 1980s. It has also been slower to empower women. There is a blanket ban on abortion in Chile, unlike in other Latin American countries, where it is permitted in a handful of instances. Divorce was only introduced three years ago.
Economically, Chile's enviable income levels, investment-grade sovereign credit rating and solid economic performance make it the country other Latin American nations want to be when they grow up. But culturally, it is still behind, with the proportion of women in politics and public life far lower than, say, in Argentina, and fewer women in the workforce than anywhere else in Latin America.
Still, things are slowly changing. "The fact that Michelle Bachelet has come to government is a trigger for that change, and a product of that change," says Andres Velasco, the finance minister. More women are heading households – as Bachelet attests: she and Davalos split up in the mid-1980s. She had another daughter, now 14, from a later relationship but never married the father and is separated from him.
The number of women-led homes in Chile is rising across all social classes, and now totals nearly 30 per cent overall – up from 20 per cent in 1990. Women work and earn more than ever before, though true equality remains a long way off. Chilean women still only earn three quarters as much on average as men, and the more advanced their education, the greater the gap: a university-educated women earns just 61 per cent of what a similarly educated man does.
Being a woman – or as Bachelet is fond of joking "a woman, a socialist, separated, agnostic: all the sins together" – has shaped both the president's agenda and her approach to politics. She has said her style is one "which could be characterised as more feminine, but which in reality, I think is more modern". Even so, it's hard to imagine a male president using the kind of language that she sometimes does. She called a law giving women the right to breast-feed at work "just and beautiful", and said of her own experiences at the hands of Pinochet's torturers "because I was a victim of hate, I have dedicated my life to turning that hate into understanding, into tolerance and, why not say it, into love".
She promised to do more for women and, in her first year, delivered not only the breast-feeding law in a country where women complain they have been subjected to illegal pregnancy tests at job interviews, but also set up hundreds of nurseries and shelters for victims of domestic violence. By presidential decree, and to the disgust of the Catholic Church, she made the morning-after pill available free to girls as young as 14, Chile's heterosexual age of consent, arguing that since it was already available for women who could pay, it would be discriminatory not to offer it to poorer people as well.
But her boldest move backfired. Seeking to lead by example, she championed the cause of women by kicking off her government with a cabinet split 50-50 along gender lines. Critics complained that her team was mediocre, and that she was undermining the notion of a meritocracy. She stuck to her guns until Transantiago. In March, her first anniversary in office, she reshuffled her cabinet again, ejecting two senior women and drafting in some of the old guard.
Bachelet denies her experiment with equality has gone awry. "It's not mathematical, it's a concept," she told me in an interview in the Moneda Palace. "I'm not just aspiring to a representative democracy, I'm interested in a democracy in which men and women are well represented."
She stresses that her non-traditional approach to politics – including bringing together diverse "stakeholders" to discuss an issue, listening and then deciding – is not exclusively the preserve of women. Indeed, instead of identifying herself with prominent peers such as Angela Merkel, Hillary Clinton, Segolene Royal or Argentine first lady and presidential candidate Cristina Fernandez, she compares herself to Spain's prime minister, Jose Luis Rodriguez Zapatero. "He's a man and yet he has the same kind of direct, simple leadership."
Bachelet is clearly weary of, and hurt by, the kind of double standards familiar to women following "macho" career paths. "When President Lagos appeared moved by something, people said, 'how great to have a sensitive president'. I can't help my voice cracking when I'm deeply hurt or moved by something, [so] I'm [perceived as] a woman who can't control her emotions. If President Lagos spoke strongly, he was a man of character. If I do, I'm furious." She says her pension reform bill gives the lie to critics who believed her approach – setting up a special council to study the issue – was typical of her inability to take decisions. She counters that consensus-building leads to stronger accords, and hopes that by next July her bill, now before the Senate, will have resulted in the biggest shake-up of the pensions system in 30 years, with retirees and even housewives – who have never had pensions – receiving monthly payments of $150.
Bachelet also admits to to certain qualities associated with alpha males. She is a workaholic, she has a strong sense of duty and loyalty and she is often portrayed as a micromanager who steamrolls members of her own team, eschewing advice and taking decisions alone. As one minister, who declined to be named, noted drily: "Sometimes officials can be surprised by decisions they were not consulted about."
Her troubles didn't end with the Transantiago apology. A five-week pay strike by subcontracted workers at the country's state copper giant, Codelco, overlapped with a strike at the major Collahuasi mine and suggested rising union activism. A large demonstration in Santiago last month was called by an umbrella trades union group, her supposed allies, and attended by members of her coalition. Moreover, Chile has been subjected to gas shortages from its sole supplier, Argentina. And inflation is at a six-year high. "She's only surviving without any worse problems because Chile is awash in money," said one investment banker, referring to a bonanza of revenue from copper.
It would be wrong to lay too much blame at Bachelet's door. She is the fourth consecutive president of the Concertacion, which came together to oppose Pinochet, and which is beginning to look tired after two decades in power. Cracks are appearing among its members, and it has been hit by a scandal over $800,000 that appears to have been siphoned off from a government sports agency and which the opposition says was funnelled into Concertacion political campaigns. (The scandal does not implicate Bachelet.) Genaro Arriagada, a veteran Christian Democrat and former minister, says: "There are two crises here. She has serious problems, but it would be just as unfair to blame Bachelet for everything as it would be to say this is a crisis of the Concertacion in which Bachelet plays no part."
The jury is still out on whether the Concertacion will succeed in reinvigorating itself against the expected onslaught of billionaire businessman Sebastian Pinera in the 2010 presidential elections, in which Bachelet cannot stand. Nevertheless, what some women's groups feared may have already come true: a poor performance by Bachelet will almost certainly make it harder for another woman, such as Christian Democrat leader Soledad Alvear, to follow in her footsteps in the near future.
Can Bachelet recover? She says a pioneer has to be patient, but even her supporters say it's going to be tough. With a four-year term instead of the six that Ricardo Lagos enjoyed, and midterm elections next year, she has precious little time left to turn things around. And yet whatever happens, all sides credit her with humanising politics. "She's changed things much more than people want to accept," said Marta Lagos. "I'm not sure her style will endure ... but there will, in Chile, be a before and after Michelle Bachelet."
Jude Webber is an FT correspondent based in Argentina

El Desalojo ¿Es necesario para el desarrollo de Chile?


Para la próxima elección presidencial se habrán cumplido 20 años de Gobierno de la Concertación. A igual fecha, se cumplirán 20 años de ejercicio opositor de la misma elite derechista. Ciertamente que, para una misma coalición, son muchos años de mandato, pero también es demasiado tiempo de oposición para una misma alianza. Si la prolongada existencia de un cuadro casi estático entre oposición y Gobierno se la observa en sus concatenaciones, la voluntad e “ideología” del desalojo que ha “teorizado” el senador de RN Andrés Allamand se hace meritoria de algunas dudas y reflexiones adicionales.
La primera duda es de sentido común: la misma oposición que ha perdido todas las elecciones en el curso de estos 20 años, ¿podrá desalojar ahora a la fuerza que la ha vencido una y otra vez? Claro, la respuesta afirmativa está a la vista: puede ganarle porque la Concertación acumulará 20 años de desgaste en la función de Gobierno. Pero, ¿quién dijo que las oposiciones no se desgastan cuando fungen como tales durante dos décadas? Y el desgaste de la oposición en Chile puede ser tanto más atendiendo a la permanencia de sus liderazgos, discursos, prácticas, etc.; es decir, atendiendo a su propio anquilosamiento. Una somera mirada a experiencias de oposiciones exitosas después de un largo período de fracasos muestra que sus frustraciones han sido superadas tras intensos procesos de renovaciones conceptuales, comunicacionales, de cuerpos dirigentes y de liderazgos. Luego de asumir sus desgastes y aplicar políticas para su superación. Ningún proceso de esa naturaleza está impulsando la derecha chilena en la actualidad.
El gran problema de la derecha en Chile es que no ha desarrollado calidad política para actuar bien como oposición ni menos como cuerpo político alternativo. Sus condiciones políticas están muy por debajo de lo que se requiere para amenazar con desalojos. Es casi risible, por ejemplo, cómo la campaña ofensiva que había logrado montar y mantener por semanas, hasta antes del 21 de mayo, se le desplomó con un “simple” discurso de la Presidenta Michelle Bachelet, a la misma que evalúa como carente de liderazgo, eficiencia y habilidad política.
Las limitaciones políticas de la derecha se explican por muchas razones. Entre otras, por su arrogancia clasista e intelectual que le impide asimilar con precisión la realidad en la que se desenvuelve y que la conduce a errores semipueriles. Por ejemplo: desde hace meses que optó por una discursividad odiosamente anticoncertación que incluye descalificaciones de toda índole y denostaciones que aluden ya no a una fuerza política, sino a algo similar a una “raza inferior”. Con ello debiera volverle a la Concertación un eje centrípeto. Pero, además, es una discursividad que deviene en una autoconfesión de su propia ineptitud: ¿cómo ha sido posible que esa “raza inferior” le haya infligido tantas derrotas?
Otro ejemplo: su exitismo frente a la próxima elección presidencial sólo tiene de asidero objetivo un par de datos: el supuesto desgaste de la Concertación y la molestia social -y coyuntural- por el asunto del Transantiago. Pero no tiene en cuenta cuestiones como las que siguen: tendría que ser un indicador importante para la derecha el hecho que su principal partido no tenga un liderazgo nacional traducible en presidenciable; como fuerza política (la Alianza) está electoralmente aún lejos de ser mayoría; los buenos resultados obtenidos por sus candidatos presidenciales en las dos últimas elecciones están muy distantes de los votos que suman los partidos de la derecha.
La popularidad que luce Sebastián Piñera y que lo proyecta como presidenciable, se debe más a su condición y actuación como “outsider” del mundo de la derecha que a su adscripción formal a ese sector. En suma, sin la “institución” Piñera, la derecha en sí, como fuerza político-cultural orgánica, no dispone hoy de antecedentes que le permitan andar anunciando desalojos, salvo que se refiera al desalojo de sus elites dirigentes con 20 años de experiencias en derrotas. En efecto, lo que hoy se puede visualizar es que para la próxima elección presidencial la Concertación competirá con posibilidades de éxito lo mismo que Sebastián Piñera (con apoyo de la derecha). Si ocurriera lo primero, lo razonable sería que esas elites se autodesalojen y entreguen la conducción a otras. En caso de lo segundo, tal vez Piñera aproveche los desalojamientos para incluir en ellos, al menos, a una parte de esas elites; es decir, a aquellos que hicieron también de él, por mucho tiempo, una víctima de sus arrogancias.

Monday, October 01, 2007

El Desarrollo de Chile, cada vez más lejos...a menos que la concertación sea desalojada..

Imposible saber si el proyecto presentado por el ministro Velasco privilegia un gasto eficiente de los recursos, lo cual debería ser fundamental en un país en vías de desarrollo. Aunque se reconoce la prioridad otorgada a Educación en términos de flujo, no hay información que permita anticipar una mejoría de su calidad, un objetivo que los estudiantes no están dispuestos a transar.
¿Expansivo o conservador? Mientras economistas y políticos debaten si el Presupuesto 2008 es gastador o responsable, si tendrá o no impacto en la inflación, conviene decir que lo fundamental es gastar bien. Y de eso no hay información.¿Qué significa y en qué se traduce que el gasto social aumente 11,4% el próximo año? Nadie sabe. No basta con aplaudir que la generosidad de Andrés Velasco llegue hasta donde le permite la regla fiscal. Si bien el ministro de Hacienda ha prometido un gasto de calidad, no existen cifras, ni parámetros ni objetivos que cumplir, es decir, nada sobre lo cual más tarde evaluar. Esa falta de transparencia no debiera ser permitida por el Parlamento, ya que independientemente del color político, a todos, transversalmente, les conviene que la ciudadanía progrese.
Eficiencia del Gasto
La nota positiva es que en 2008 se evaluarán 155 programas del Gobierno -que representan la mitad del Presupuesto-, lo que permite aspirar a que hacia el Bicentenario la eficiencia del gasto sea superior a la de hoy. Pero ello exige algo más que evaluar: eliminar los programas ineficientes y terminar con el malgasto de recursos.Aunque Chile sigue perteneciendo al grupo de países pobres, el gasto social que anualmente financia la población no es un monto insignificante. De hecho, para 2008 ascenderá a unos US$22.500 millones. Para graficar la importancia de esa cifra, basta con señalar que si se repartiera directamente a la población de menores ingresos, no habría pobres. Pero la realidad indica otra cosa, pues casi el 14% de la población se sitúa por debajo de la anoréxica línea de la pobreza fijada por Mideplan.Otra señal de despilfarro la dio el economista de la Universidad Finis Terrae, Javier Fuenzalida. El académico se refirió a un estudio que demuestra que en las corporaciones y fundaciones sin fines de lucro, donde la gestión está en manos privadas, los beneficiarios reciben 90 centavos de cada peso gastado. Luego explica que en el sector público, se necesitan $14 para que llegue $1 a destino.Por lo tanto, de poco sirve analizar las cifras del Presupuesto si no se sabe cómo se destinan los capitales, a qué programas y cuál es la efectividad de ellos. De cualquier forma, conviene detenerse en uno de los sectores más sensibles al buen uso de los recursos: Educación. A esta área se le otorgó especial prioridad en el Presupuesto 2008, lo que se constata en que este ministerio tendrá un aumento de 15,3% en sus recursos, que se sitúa muy por encima del incremento del gasto total (8,9%), sumando unos US$6.300 millones. Sin embargo, hasta ahora, el desafío de la eficiencia de este gasto sigue pendiente, pues al término del próximo año, el presupuesto para Educación se habrá quintuplicado en relación a 1990, pero no se aprecia un avance en los resultados que obtienen la educación pública en la PSU y el Simce. Al contrario, la brecha con la formación privada se acrecienta, pese a los mayores flujos canalizados en 18 años. Esto revela que la deficiente calidad de la educación no pasa por un tema presupuestario y tal como se presentan las cosas, tampoco habrá mayores cambios a futuro, pues la creación de la Superintendencia y la Ley General de Educación no bastan para mejorar la enseñanza.
Se Aleja el Desarrollo
Otra de las novedades que trajo el mensaje de Velasco es que el umbral del desarrollo volvió a alejarse. En efecto, en su discurso por cadena televisiva, Velasco señaló que “si seguimos creciendo a la velocidad del '90 a la fecha, en 2020 alcanzaremos los ingresos de un país, por ejemplo, como Portugal. Entonces podremos decir que somos desarrollados”.Una mala noticia a tres bandas, porque, por un lado, en marzo de 2006 el mismo ministro dijo que Chile estaba en condiciones de dar el salto al desarrollo en los próximos cuatro años. Esto implicaba que el objetivo se alcanzaría a inicios de 2010, coincidiendo con las palabras del ex Presidente Lagos, quien en su primer mensaje al país también apuntó a ese año. Pero ahora el desarrollo ya no es para el Bicentenario, sino una década más tarde. Por otro lado, hasta hace poco se hablaba de igualar el ingreso de España, cuestión que también se esfumó, porque el nuevo parámetro es Portugal, cuyo PIB per cápita es un 33% más bajo que el de la nación hispánica y avanza a la mitad del ritmo. Una sutileza de US$10.000 anuales de diferencia.Pero, además, Velasco impuso una condición que no es tan fácil de cumplir: repetir la tasa de expansión de los años 90 a la fecha. Esta asciende a 5,6%, ayudada por el fuerte dinamismo registrado entre 1990 y 1997, lapso en que el Producto creció a un ritmo promedio de 7,6%.Así las cosas, la postergación del desarrollo fue un sinceramiento inesperado, aunque no debiera sorprender, porque las políticas públicas no apuntan a una “revolución” que permita traspasar el esquivo umbral.

Este no es el Chile que queremos.

Un comerciante y un carabinero son las más recientes víctimas de la barbarie delictiva que atenta contra la esencia de nuestra sociedad. Sus muertes parecen ya no sorprender a nadie, sino que se aceptan casi como un hecho de la causa, como un mal necesario o como un precio que debemos pagar por transitar hacia la modernidad.Ese aparente relativismo, que no forma parte del Chile que queremos, no lo podemos aceptar. Las muertes del comerciante don Juan Hernán Uribe Ramírez y del suboficial Cristián Alexis Vera Contreras son delitos que merecen y deben ser castigados con la mayor rigurosidad.Como Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile hemos expuesto reiteradamente nuestra preocupación por la gran inseguridad en que, día a día, deben trabajar los pequeños comerciantes. No podemos aceptar que decenas de miles de ellos deban trabajar tras rejas para evitar ser asaltados. No es digno de Chile.Hemos señalado muchas veces que no basta con aumentar las dotaciones de Carabineros e Investigaciones, así como los medios para combatir el delito. Cada vez más necesitamos mejorar la efectividad y productividad policial, para lo cual se requiere aumentarle las atribuciones a las policías y, del mismo modo, reducir las facultades de que goza la delincuencia.Adicionalmente, nos preocupa la puerta giratoria y esa sensación de impunidad que queda luego de dictadas las sentencias que los tribunales imponen en función de estos graves delitos. Por ello, nos vemos en la obligación de recordar a los jueces que ellos no sólo deben dictar fallos, sino que deben hacerse responsables de ellos. Los jueces no son personas distintas a todas las demás que poseen atribuciones y que deben rendir cuenta de lo que hacen con ellas.Debo enfatizar que el sector privado no se ha quedado de brazos cruzados. La CNC integra el Comité Público–Privado de Seguridad radicado en el Ministerio del Interior y encabezado por el Subsecretario Felipe Harboe. En dicha instancia hemos obtenido resultados positivos y seguiremos trabajando para proteger a los contribuyentes y no a los delincuentes.

Thursday, September 13, 2007

Michelle Bachelet y el futuro de Chile.

Anoche me acosté un poco más tarde para ver la entrevista de Michelle Bachelet en "Hora de Infidentes", de Canal 13. Esperaba un mea culpa, pero fue autocomplaciente, cayendo en lugares comunes, demostrando escaso liderazgo y capacidad intelectual, al final me quedé dormido...y apagé la tele...
Yo me inscribí especialmente para votar por Michelle, dijo que haría un gobierno ciudadano y todos creimos que se continuaría con los avances sociales, pero no.. hoy pienso que debí haber votado nulo, porque no votaría nunca por Sebastían Piñera, porque el encarna la desigualdad y la concentración de poder economico de los empresarios que tanto mal le hace a Chile. Yo creo con el paso del tiempo que la mejor candidata era la democratacristiana Soledad Alvear. Michelle Bachelet ganó por más del 50% de votos.. ahora tiene un 37% de popularidad (según encuestas Adimark y La Tercera) ... ese diferencial de 13% o más... no somos pinochetistas ni derechistas extremos, porque creemos en la democracia, la justicia social y el progreso nacional.
Es absurdo que tachen de pinochetistas a quienes estamos descontentos con el gobierno de Bachelet, yo personalmente era niño cuando llegó la democracia, no sabía leer aun, y crecí en los años noventas viendo un país jaguar que despegaba en lo económico, político y social... pero este Chile de los ultimos años no me gusta y a muchos no nos gusta y queremos un cambio.
Michelle, le recomiendo que se preocupe de la clase media y de las regiones, la emergente clase media regional no está muy interesada en problemitas como el transantiago. La verdad es que estamos abandonados politicamente, y la tentación de votar por la derecha es grande.-
Los medios de comunicación concentran la atención en Santiago, olvidandose del resto de Chile.
Lo concentran en el pasado, olvidandose del futuro de Chile.-
No niego que en lo económico estamos bien, sobretodo en Puerto Montt, pero Chile no es un Mall al aire libre, Chile es una nación, y mi pueblo está descontenta, pudiendo estar feliz.Es como una familia con un papa que le va bien en la pega, que gana plata, pero que le insulta a su mujer y a sus hijos.

Wednesday, September 12, 2007

Avanza la Ley Tokman





AVANZA LEY TOKMAN



Vuelve al Senado proyecto que resguarda seguridad del suministro eléctrico en Chile.

El texto busca resguardar la seguridad del suministro a los clientes cuando ésta puede verse comprometida como consecuencia de la terminación de un contrato que tenga por objeto abastecer a tales clientes.
La Cámara de Diputados aprobó con enmiendas la iniciativa que resguarda la seguridad del suministro eléctrico, más conocida como Ley Tokman, siendo remitida al Senado, en tercer trámite constitucional. La propuesta legal modifica la Ley General de Servicios Eléctricos. La votación en general fue de 63 votos a favor, 28 en contra y 9 abstenciones. El texto busca perfeccionar el marco legal vigente con el objeto de resguardar la seguridad del suministro eléctrico a los clientes cuando ésta puede verse comprometida como consecuencia de la terminación, declarada por sentencia judicial, de un contrato de suministro eléctrico que tenga por objeto abastecer a tales clientes. Asimismo, busca preservar la suficiencia de los sistemas eléctricos en situaciones que pueden afectar la viabilidad económica de las empresas del sector. Con el objeto de resguardar la seguridad del suministro de los clientes regulados en el caso de término, por sentencia firme, del contrato de suministro suscrito entre la generadora y la concesionaria de distribución, se dispone que la empresa distribuidora deberá llamar a una licitación de suministro, para adjudicarlo bajo un nuevo contrato, conforme a la normativa de la Ley General de Servicios Eléctricos. Asimismo, el texto obliga a la empresa generadora cuyo contrato ha terminado, a continuar suministrando energía a la distribuidora para abastecer a los clientes regulados, por el plazo máximo de 1 año, contado desde la fecha en que la sentencia se encuentre firme o ejecutoriada, obligación que cesará anticipadamente si dentro de dicho plazo se inicia el suministro por parte de la empresa que se adjudique la nueva licitación. Si transcurrido el año, no se inicia el suministro bajo el nuevo contrato resultante del proceso de licitación, todas las empresas generadoras del sistema deberán contribuir a suministrar la energía que es retirada para clientes regulados de la distribuidora concernida, valorizándose ésta al precio de nudo vigente en el punto de retiro, y facturándose directamente a la distribuidora por cada generadora del sistema respectivo, considerando tanto las instalaciones de generación propias como las contratadas. Esta obligación permanecerá vigente mientras no se inicie el suministro bajo el nuevo contrato que resulte de la mencionada licitación. Adicionalmente, el proyecto obliga a la Superintendencia de Electricidad y Combustibles a hacerse parte en todos los juicios que se promuevan con el objeto de poner término a contratos de suministro que tengan por objeto abastecer a los clientes regulados. Quiebra de operadores En el caso de la quiebra de un operador del mercado eléctrico, se establecen normas particulares orientadas a preservar la generación eléctrica y la prestación del servicio público de electricidad, similares a las existentes en los servicios sanitarios de agua potable y alcantarillado. En tal caso, se establece que presentada una solicitud de quiebra de una empresa generadora, transmisora o distribuidora de electricidad, ésta deberá ser notificada a la Superintendencia de Electricidad y Combustibles y a la Comisión Nacional de Energía, a fin que el tribunal, previo informe de los organismos técnicos antes indicados, se pronuncie sobre ella. Administrador provisionalEn el informe, dichas entidades deberán indicar si la quiebra de la empresa del caso compromete o no los objetivos de la interconexión eléctrica del sistema, entre otros, la seguridad en el suministro. Si los compromete, la Superintendencia debe proponer al tribunal la designación de un administrador provisional, a fin que éste mantenga la operación de la empresa y facilite el proceso de enajenación de los activos que correspondan. La duración de la administración provisional se extenderá hasta que se enajenen, como unidad económica, los activos comprendidos en la continuación efectiva del giro, enajenación que deberá efectuarse en el plazo de 18 meses. Sobe este punto, la Cámara aprobó que los activos que han quedado comprendidos en la continuación efectiva del giro deberán enajenarse como unidad económica, salvo que los acreedores que reúnan más de la mitad de la deuda de la quiebra con derecho a voto, soliciten al juez de la quiebra lo contrario. En ese caso, el juez deberá resolver con audiencia de la Superintendencia y de la Comisión Nacional de Energía, para no comprometer los objetivos de seguridad, economía y continuidad. Con el objeto de proteger a los clientes regulados del sistema, se establece que una vez declarada la quiebra de una empresa generadora que mantenga contratos de suministro eléctrico vigentes con una distribuidora para abastecer a tales clientes, cuya quiebra ponga en riesgo los objetivos de seguridad e interconexión, la empresa distribuidora estará obligada a llamar a licitación del contrato. Para ello se valorizará la energía retirada para clientes regulados de dicha distribuidora, en el tiempo medio, al precio de nudo vigente en el punto de retiro, y facturándose directamente a la distribuidora por cada generadora del sistema respectivo, incluida la empresa en quiebra, a prorrata de su energía firme, considerando tanto las instalaciones de generación propias como las contratadas.