Monday, October 01, 2007

El Desarrollo de Chile, cada vez más lejos...a menos que la concertación sea desalojada..

Imposible saber si el proyecto presentado por el ministro Velasco privilegia un gasto eficiente de los recursos, lo cual debería ser fundamental en un país en vías de desarrollo. Aunque se reconoce la prioridad otorgada a Educación en términos de flujo, no hay información que permita anticipar una mejoría de su calidad, un objetivo que los estudiantes no están dispuestos a transar.
¿Expansivo o conservador? Mientras economistas y políticos debaten si el Presupuesto 2008 es gastador o responsable, si tendrá o no impacto en la inflación, conviene decir que lo fundamental es gastar bien. Y de eso no hay información.¿Qué significa y en qué se traduce que el gasto social aumente 11,4% el próximo año? Nadie sabe. No basta con aplaudir que la generosidad de Andrés Velasco llegue hasta donde le permite la regla fiscal. Si bien el ministro de Hacienda ha prometido un gasto de calidad, no existen cifras, ni parámetros ni objetivos que cumplir, es decir, nada sobre lo cual más tarde evaluar. Esa falta de transparencia no debiera ser permitida por el Parlamento, ya que independientemente del color político, a todos, transversalmente, les conviene que la ciudadanía progrese.
Eficiencia del Gasto
La nota positiva es que en 2008 se evaluarán 155 programas del Gobierno -que representan la mitad del Presupuesto-, lo que permite aspirar a que hacia el Bicentenario la eficiencia del gasto sea superior a la de hoy. Pero ello exige algo más que evaluar: eliminar los programas ineficientes y terminar con el malgasto de recursos.Aunque Chile sigue perteneciendo al grupo de países pobres, el gasto social que anualmente financia la población no es un monto insignificante. De hecho, para 2008 ascenderá a unos US$22.500 millones. Para graficar la importancia de esa cifra, basta con señalar que si se repartiera directamente a la población de menores ingresos, no habría pobres. Pero la realidad indica otra cosa, pues casi el 14% de la población se sitúa por debajo de la anoréxica línea de la pobreza fijada por Mideplan.Otra señal de despilfarro la dio el economista de la Universidad Finis Terrae, Javier Fuenzalida. El académico se refirió a un estudio que demuestra que en las corporaciones y fundaciones sin fines de lucro, donde la gestión está en manos privadas, los beneficiarios reciben 90 centavos de cada peso gastado. Luego explica que en el sector público, se necesitan $14 para que llegue $1 a destino.Por lo tanto, de poco sirve analizar las cifras del Presupuesto si no se sabe cómo se destinan los capitales, a qué programas y cuál es la efectividad de ellos. De cualquier forma, conviene detenerse en uno de los sectores más sensibles al buen uso de los recursos: Educación. A esta área se le otorgó especial prioridad en el Presupuesto 2008, lo que se constata en que este ministerio tendrá un aumento de 15,3% en sus recursos, que se sitúa muy por encima del incremento del gasto total (8,9%), sumando unos US$6.300 millones. Sin embargo, hasta ahora, el desafío de la eficiencia de este gasto sigue pendiente, pues al término del próximo año, el presupuesto para Educación se habrá quintuplicado en relación a 1990, pero no se aprecia un avance en los resultados que obtienen la educación pública en la PSU y el Simce. Al contrario, la brecha con la formación privada se acrecienta, pese a los mayores flujos canalizados en 18 años. Esto revela que la deficiente calidad de la educación no pasa por un tema presupuestario y tal como se presentan las cosas, tampoco habrá mayores cambios a futuro, pues la creación de la Superintendencia y la Ley General de Educación no bastan para mejorar la enseñanza.
Se Aleja el Desarrollo
Otra de las novedades que trajo el mensaje de Velasco es que el umbral del desarrollo volvió a alejarse. En efecto, en su discurso por cadena televisiva, Velasco señaló que “si seguimos creciendo a la velocidad del '90 a la fecha, en 2020 alcanzaremos los ingresos de un país, por ejemplo, como Portugal. Entonces podremos decir que somos desarrollados”.Una mala noticia a tres bandas, porque, por un lado, en marzo de 2006 el mismo ministro dijo que Chile estaba en condiciones de dar el salto al desarrollo en los próximos cuatro años. Esto implicaba que el objetivo se alcanzaría a inicios de 2010, coincidiendo con las palabras del ex Presidente Lagos, quien en su primer mensaje al país también apuntó a ese año. Pero ahora el desarrollo ya no es para el Bicentenario, sino una década más tarde. Por otro lado, hasta hace poco se hablaba de igualar el ingreso de España, cuestión que también se esfumó, porque el nuevo parámetro es Portugal, cuyo PIB per cápita es un 33% más bajo que el de la nación hispánica y avanza a la mitad del ritmo. Una sutileza de US$10.000 anuales de diferencia.Pero, además, Velasco impuso una condición que no es tan fácil de cumplir: repetir la tasa de expansión de los años 90 a la fecha. Esta asciende a 5,6%, ayudada por el fuerte dinamismo registrado entre 1990 y 1997, lapso en que el Producto creció a un ritmo promedio de 7,6%.Así las cosas, la postergación del desarrollo fue un sinceramiento inesperado, aunque no debiera sorprender, porque las políticas públicas no apuntan a una “revolución” que permita traspasar el esquivo umbral.

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